Hoy las marcas necesitan diferenciarse de la monotonía de la góndola y para eso se deben apoyar en recursos disruptivos distintos a los utilizados en sus propias categorías.
Y para eso, el uso del color blanco sirve para captar la atención de la gente y para diferenciarse de la gran variedad cromática existente.
Es muy interesante ver un producto para gatos con fondo blanco y con un personaje en negro leyendo el diario o un vino económico en cajita de cartón con diseño limpio y despojado.
También es muy interesante que Schokoleim, un chocolate para decorar, no se tiente de hacer un pack marrón, o la interesantísma propuesta del gran chef inglés Jamie Oliver con su línea de pastas italianas sin poner verde y rojo.
A veces con menos (la ausencia de color) podemos obtener mejores resultados y dar mejor “en el blanco”.
by Diego Giaccone
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